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Monsanto debe ser detenido por ser responsable de crímenes contra la humanidad, violaciones de los derechos humanos, violación de la libertad de información y ecocidio. El 18 de abril de 2017, los cinco jueces internacionales del Tribunal Monsanto han presentado, en La Haya, su opinión consultiva legal tras 6 meses de análisis de los testimonios de más de 30 testigos, abogados y expertos en el daño causado por Monsanto. Han concluido que Monsanto se ha involucrado en prácticas las cuales han impactado negativamente el derecho a un medio ambiente sano, el derecho a los alimentos y el derecho a la salud. Los jueces también alientan a los cuerpos de la autoridad a proteger la efectividad de los derechos humanos internacionales y de las leyes medioambientales contra la conducta de corporaciones multinacionales, la cual está afectando también negativamente el derecho a la libertad indispensable para la investigación científica.

La opinión consultiva legal confirmó lo que movimientos, ciudadanos y agricultores vienen denunciando desde hace al menos 30 años, llevando a cabo una dura lucha sobre el terreno. El modelo de agricultura industrial basado en monocultivos, uso extensivo de químicos y semillas genéticamente modificadas, junto con el modelo económico corporativo, basado en políticas de libre comercio neoliberales y desregulación del comercio, está envenenando a millones de personas, expulsando a los pequeños agricultores de la tierra y al mismo tiempo permitiendo a las corporaciones establecer monopolios y tomar el control de nuestras semillas y nuestros alimentos. Mientras han destruido el la mayoría de nuestro suelo, agua y biodiversidad, y contribuido masivamente cambio climático, el modelo de agricultura industrial produce tan solo una pequeña parte de alimentos y está basado en la falsa narrativa de que necesitamos venenos para producir alimentos. Los productores reales de alimentos son nuestros polinizadores, organismos del suelo, y biodiversidad y pequeños agricultores, quienes – como co-creadores y co-productores junto con la naturaleza – nos proveen la mayoría de alimentos que nutren el planeta y a las personas y ofrecen una solución a la pobreza, la crisis agraria, la salud y la malnutrición.

La opinión consultiva legal de los jueces internacionales del Tribunal Monsanto representan por tanto un duro golpe para el poder corporativo y un apoyo relevante al trabajo de miles de activistas, agricultores, consumidores y ciudadanos alrededor del mundo. Los jueces consideraron como, a lo largo del último medio siglo, las corporaciones crearon mitos y propaganda sobre la necesidad de venenos y químicos sintéticos para alimentar al mundo. Para la industria era un asunto de extender sus fuentes de beneficios tiempo después de que terminase la guerra, pero para el planeta y las personas, los costes han sido muy altos, y en lugar de nutrirnos, la comida industrial se ha convertido en la mayor causa de enfermedad.

La opinión consultiva legal del Tribunal Monsanto no solo expresa descontento sobre los resultados de la actividad de la corporación en todo el mundo, sino que además advierte a la sociedad civil e instituciones sobre futuros peligros. A pesar de todos sus crímenes, las grandes corporaciones están, de hecho, encaminadas a crecer, reclamando poder absoluto, derechos absolutos, inmunidad absoluta, haciendo uso de herramientas más violentas contra la naturaleza y contra las personas. Las fusiones, adquisiciones y acuerdos entre Monsanto-Bayer, Dow-Dupont, Syngenta ChemChina resultaran en un cartel de 3 compañías gigantes de semillas y químicos controlando nuestros alimentos y nuestra agricultura con un grave impacto en los derechos de los agricultores así como en los derechos de los consumidores. Mientras que la competición es la retórica de los acuerdos de libre comercio, el resultado será el monopolio, y asi como estan destruyendo la biodiversidad, el pluralismo y la democracia, destruyen también los sistemas que protegen nuestros alimentos, nuestra salud y nuestros modos de vida.

Movimientos alrededor de todo el mundo han denunciado como las corporaciones han hecho todos los intentos de apropiarse de la vida, de nuestras semillas, y del conocimiento indígena a través de los derechos de propiedad intelectual, usando como instrumentos las patentes sobre semillas y sobre la vida. A través de ingeniería genética y declarando que las semillas pueden ser una invención corporativa, y consecuentemente, declarando que pueden ser adueñadas por las corporaciones, la puerta a las patentes fue abierta, permitiéndoles crear monopolios, recoger derechos de autor entre los agricultores, negandoles su derecho a compartir y guardar las semillas, y privandoles a ellos y a los ciudadanos de sus derechos a la soberanía alimentaria y soberanía de las semillas. Además de asuntos de seguridad, incluyendo modificación genética, biología sintética y edición de genes ligadas a GMOs, la cuestión predominante es la apropiación de la vida en la tierra.

El Tribunal Monsanto confirmó como los productos venenosos y químicos tóxicos tales como Round Up (Glifosato) y Basta (Glufosinato), neonicotinoides, atrazina y otros pesticidas, han llevado a la destrucción de suelos, a la desertificación, a la exterminación de las abejas, al incremento de epidemias tales como el cáncer, defectos de nacimientos et al. Están contaminando a las personas al contaminar áreas y envenenar nuestros sistemas alimentarios. En el reciente informe publicado por Hilal Elver, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, se ofrece un informe más claro sobre el uso global de pesticidas en agricultura y su impacto en los derechos humanos. El pasado Septiembre, la Corte Internacional Criminal declaró que daría prioridad a crímenes que resultaran en la “destrucción del medio ambiente”, “explotación de recursos naturales” y la “desposesión ilegal” de tierra y que a partir de ahora tomaría en cuenta crimenes que tradicionalmente han sido menos procesados. La ICC no está extendiendo formalmente su jurisdicción, pero la corte dijo que evaluaría ofensas existentes, tales como crímenes contra la humanidad, en un sentido amplio.

La opinión consultiva legal hecha pública hoy por los jueces del Tribunal Monsanto es una resolución moral y confirma la necesidad de evaluar la primacía de los derechos humanos y medioambientales internacionales en el marco legal internacional. Las leyes internacionales ahora deberían evaluar de manera clara y precisa la protección del medio ambiente y el crimen de ecocidio. El Tribunal concluye que si tal crimen de Ecocidio estuviese reconocido en la ley criminal internacional, las actividades de Monsanto muy probablemente constituían un crimen de ecocidio. Los movimientos de la sociedad civil pueden contar ahora con nuestros instrumentos y una eminente opinión consultiva legal para reforzar sus acciones para defender los derechos de la Tierra y de las personas.

Antecedentes y próximas acciones

El proceso de hacer al “Cartel del Veneno” responsable por sus crímenes, los cuales llevaron al Tribunal Monsanto, fue la culminación de 30 años de trabajo científico, legal, social y político por movimientos, ciudadanos concienciados y científicos.

Mientras las cortes pueden investigar los crímenes del cartel del veneno, y su relevancia para la justicia, las personas tenemos el poder de cambiar el modo en que cultivamos nuestros alimentos.

Al mismo tiempo que se llevó a cabo el Tribunal Monsanto, una Asamblea Popular fue llevada a cabo en La Haya el pasado Octubre. Fue un encuentro de movimientos y activistas que trabajan por la defensa de nuestro ecosistema y soberanía alimentaria, para exponer los efectos de los agroquímicos industriales en nuestras vidas, nuestro suelo, nuestra atmósfera y nuestro clima, así como para mostrar el camino para un futuro basado en Semillas de Libertad y Libertad Alimentaria, agroecología y derechos de los agricultores, nuestro bien común y economías de compartir, derechos de la naturaleza y democracia de la tierra. En los mismos días, Asambleas Populares han estado siendo organizadas por comunidades locales a través de todo el mundo para establecer una red mundial para crear un futuro sano de alimentos y del planeta.

El 16 de Octubre de 2016, en el Día Mundial de los Alimentos, las voces del suelo, de las semillas, de los agricultores, y de las personas  de todos los rincones del mundo han expresado su veredicto:

Monsanto y el Cartel del Veneno son culpables de crímenes contra nuestro planeta y contra la humanidad. El veneno fabricado por la industria está destruyendo la vida en la Tierra, nuestra salud y nuestras democracias. La Asamblea Popular decidió poner fin a un siglo de ecocidio y genocidio.

Con las multinacionales volviéndose  más grandes y poderosas a través de fusiones, los movimientos de la sociedad civil en la Asamblea Popular se han comprometido a unir fuerzas para reclamar los derechos de las personas a una alimentación saludable y a un medio ambiente sano y seguro y a defender los derechos humanos y ambientales y las regulaciones conseguidas tras años de lucha social.

En 2016 más de 1100 Asambleas Populares tuvieron lugar en 28 países para unir fuerzas y defender de manera colectiva nuestras Semillas de Libertad, Libertad Alimentaria y Derechos Democráticos para dar forma al futuro de los alimentos que protegen la vida en la Tierra y el bienestar de todos.

Esta movilización global continua, y movimientos de todo el mundo convergen en una nueva unidad en la diversidad para poner fin a un siglo de ecocidio y genocidio.

Como respuesta a la serie de fusiones anunciadas por las gigantes corporaciones químicas, siendo la fusión de Monsanto/Bayer la última, Navdanya está organizando múltiples acciones durante los próximos meses.

Durante los últimos meses, Navdanya se ha unido a la amplia oposición contra los venenos en nuestro sistema alimentario y está llamando a los ciudadanos de toda Europa a firmar la Iniciativa Ciudadana Europea para #StopGlyphosate y solicitar a la UE que reforme sus procedimientos de aprobación de pesticidas. Además, en el Tribunal Monsanto, fueron expuestos varios testimonios por parte de testigos de toda Europa, Estados Unidos y Argentina sobre cómo el uso de herbicidas basados en glifosato han afectado su salud, llevando en muchos casos al desarrollo de cáncer. En Italia, hacia la tercera semana de Mayo, Navdanya International publicará un informe “Venenos en nuestro plato”, en conjunto con ASud y CDCA.

En India, Navdanya está desafiando el proceso de fusiones corporativas advirtiendo a los gobiernos de los conflictos de intereses y de los riesgos de tal concentración de poder. Al mismo tiempo, este Abril, Navdanya ha reunido movimientos por la democracia los cuales están comprometidos en Satyagraha Yatra, una peregrinación por las Semillas de Libertad y la Libertad Alimentaria.

En Grecia, los días 20 al 22 de Abril de 2017, Navdanya se unirá a Peliti en el Festival Olímpico de Semillas de Libertad juntos con personas y organizaciones de todo el mundo.

En Alemania, los días 25-29 de Abril 2017, junto con la Coalición contra los Peligros de Bayer eV-., IFOAM  Organics International, Colabora y muchos otros movimientos de la sociedad civil, Navdanya co-organiza una “movilización Stop Bayer / Monsanto” en Alemania, la cual culminará en una manifestación frente al World Conference Center, donde la reunión de 2017 de los accionistas de Bayer será llevada a cabo.

Nunca antes ha sido más crítico para las personas organizarse para frenar la apropiación corporativa de nuestros alimentos, nuestra salud y nuestro planeta.

Los invitamos a unirse a personas y comunidades de todo el planeta, en esta renovada “Llamada a la Acción contra la Apropiación Corporativa de nuestros Alimentos y nuestra Salud” y a organizar una Asamblea Popular donde quiera que os encontréis, para dar forma a otro futuro para nuestros alimentos y nuestro planeta.

En todos los lugares, haremos compromisos para crear un futuro sano para los alimentos y para el planeta. Desde las Asambleas Populares lanzaremos una campaña de boicot, para liberar nuestras semillas y nuestro suelo, nuestras comunidades y nuestras sociedades, nuestro planeta y a nosotros mismos, de los venenos y del mandato del cartel del veneno.


Translation kindly provided by Clara Soria González

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